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La Calle del Carmen

23 Abril 2009

LA CALLE DEL CARMEN Juan José Martinena Ruiz Jefe del Archivo Real y General de Navarra La primera calle que recorren Sus Majestades, una vez atravesada la última de las puertas del Portal de Francia o de Zumalacárregui, es la calle del Carmen que debe su nombre al convento de carmelitas calzados que existió en ella desde mediados del siglo XIV hasta la Desamortización de Mendizábal en 1836. Rúa de los peregrinos Se llamó en época medieval rúa de San Prudencio o de los Peregrinos. En la carta de repoblación de la Navarrería de 1324 se menciona la iglesia de San Prudencio, situada «en el camino por el que van los caballos a beber». Al extremo de ella se abría el portal de la muralla llamado por esa razón del abrevador. En el compto del rector de Baigorri, comisionado para la reedificación del barrio, que se hallaba destruido desde la guerra de los burgos en 1276, consta que en esta rúa –a la que el documento denomina «uico pelegrinorum »- se fijó el censo anual que se debía pagar al rey en seis dineros por cada codo de fachada a la vía pública. Se indica en la cuenta –en latín- que «en aquellos solares que están hacia el portal no vinieron pobladores a edificar en ellos». En el libro del Monedaje de 1350, la «rua dels pelegrins» figura con 49 fuegos, es decir 49 hogares o casas habitadas. En un documento de 1366, tratando de indicar las afrontaciones del Palacio real, también llamado de San Pedro –el actual Archivo de Navarra-, restituido al obispo de Pamplona por el rey Carlos II, se expresa que eran éstas: «de la part de orient con ciertas casas que salen a la grant cairrera de Sant Prouenz o de los frayres del Carmen », aludiendo claramente a las traseras de la calle del Carmen que hoy forman un lado de la calle de Barquilleros. En el libro de fuegos de 1427, no aparece, al menos no con ese nombre, lo cual hace pensar que tal vez la hubiesen contado junto con la Rúa Mayor, que aparece con la cifra un tanto elevada de 147 fuegos. Confirmaría esta suposición el dato de que en un documento de 1384 llega a llamársele “rúa mayor de los Peregrinos” y en otro de 1406, “la gran rúa de la Navarrería”. Otro documento que demuestra la identificación de esta rúa de los Peregrinos con la actual del Carmen, es una orden de Carlos III en 1392, por la cual enfranquece las casas y huerto que fueron de Sancho el Meoz, sitas en la Navarrería, en el barrio llamado de los Peregrinos, frente a la casa de la orden de Santa María del Carmen. Las casas las había donado a la Mitra Carlos II a petición del obispo don Bernart de Folcaut. Confirmando el dato de que las traseras de un lado de esta rúa salían hacia el palacio de San Pedro, encuentro otro instrumento, éste de 1418, por el que Carlos III ordena comprar y pagar una casa en la rúa de los Peregrinos, afrontando con casas del deán de Tudela y de María García, y por detrás, con el jardín de la casa del obispo, donde se alojaba el rey. Conservaba el nombre de rúa de los Peregrinos en 1513. Pero ya en 1554 he visto un proceso en el que se hace referencia a la calle del Carmen, que a finales del siglo XVI acabaría desplazando completamente a la antigua denominación medieval, históricamente vinculada a las peregrinaciones a Santiago. El convento del Carmen Calzado Aunque no queda ya ningún pamplonés que lo hubiera conocido en pie, formó parte esencial de esta calle durante más de cinco siglos. Estuvo situado nada más entrar por el portal de Francia, a la izquierda, en lo que hoy son los números 34 y 36. Fundado al principio fuera de la muralla medieval de la Navarrería, se trasladó más tarde a la rúa de los peregrinos. La bula papal dando licencia a la traslación data de 1355. Se trabajaba en su construcción en 1366, empleando parte de los materiales de la demolición del antiguo y en 1374 Carlos II destinó a las obras los bienes confiscados al deán de Tudela don Juan Cruzat, que por entonces cayó en desgracia del rey. Aquel convento sería reedificado hacia 1600. En su iglesia radicaban varias cofradías de la ciudad, como la de la Vera Cruz, que más tarde se trasladaría a San Francisco, la de San José, la de San Cosme y San Damián, que era la de los médicos y cirujanos y la del Santo Cristo, de los curiales. Suprimido el convento en 1836, a raíz de la Desamortización de Mendizábal, fue cedido al Ramo de Guerra en 1842 y destinado primero a Hospital Militar y más tarde a cuartel y almacén. El retablo mayor de su iglesia preside actualmente la antigua capilla del Museo de Navarra y otros retablos laterales se pueden ver en la parroquia de San Agustín. En 1898, el antiguo edificio conventual fue cedido a la ciudad y derribado pocos años después. En su solar se alza un edificio de viviendas, levantado en 1968. Casas con escudo de armas Todavía hoy existen en esta calle media docena de casas que lucen aún en su fachada labras heráldicas con viejos escudos de armas que siguen pregonando con su lenguaje de piedra la nobleza de quienes fueron sus propietarios hace ya más de dos siglos. La casa número 9 ostenta el escudo de los Gaztelu. Su dueño, don Roque Jacinto de Gaztelu y Sarasa, probó su nobleza para obtener el privilegio del asiento en las Cortes de Navarra en 1697. La número 10 lleva el escudo de los Larreta. A finales del siglo XVIII la ocupaba don Eleuterio Bruno de Larreta, que obtuvo su sentencia de hidalguía en 1790. La número 22 luce las armas de los Ezpeleta, ilustre familia a cuyo mayorazgo pertenecían numerosas casas de la ciudad, entre ellas la número 65 de la Calle Mayor, con su señorial fachada barroca. La número 25 guarda dentro de un antiguo mirador acristalado el escudo abacial del monasterio de Urdax, al que perteneció hasta la Desamortización de Mendizábal. En ella vivió algún tiempo el valiente general don Tomás Zumalacárregui, que salió de ella un día de 1833 para ponerse al frente de los ejércitos carlistas. En 1938 el Ayuntamiento acordó dar su nombre al Portal de Francia, también llamado en otro tiempo Puerta del Abrevador. El barandado de su escalera ofrece la particularidad de estar hecho con cañones de antiguos fusiles. La número 27 lleva un escudo atribuido a los Abárzuza de Moracea. La número 33, que antiguamente era conocida como la casa de los servidores, porque en ella habitaban algunos de los criados del palacio del virrey, luce un escudo de los Errea que no le pertenece y que se lo colocaron hacia 1960. La antigua Inclusa El espacioso solar en el que hoy se abre la calle Aldapa estuvo ocupado durante casi un siglo por la antigua Casa de Maternidad e Inclusa de Navarra. La fundó en 1804 el entonces arcediano de la catedral don Joaquín Javier de Uriz y Lasaga, que más tarde sería prior de Roncesvalles y obispo de Pamplona. Hasta esa fecha, tanto los partos como la acogida de niños expósitos tenían lugar en el Hospital General, lo que hoy es Museo de Navarra. Las constituciones de la nueva institución benéfica fueron aprobadas por Carlos IV en agosto de 1806. El edificio tenía su fachada a la Cuesta del Palacio, pero en 1846 fue ampliado hasta la calle del Carmen, a la que se abrió una nueva fachada. En 1934 se trasladó, junto con el Hospital de Navarra, a los nuevos pabellones de Barañáin. Al inicio de la Guerra Civil en 1936, se instaló en el abandonado caserón de la calle del Carmen el cuartel de Falange Española. En 1944 sería derribado y en el amplio espacio que ocupaba se trazó una nueva calle, a la que el 16 de noviembre de ese año el Ayuntamiento acordó bautizar con el nombre de Aldapa, nombre vasco que en castellano significa la cuesta, y que hace alusión a la cercana Cuesta del Palacio

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